Paz y solidaridad

La dramática crisis que vive la Humanidad (alimentaría, energética y financiera), consecuencia del sistema capitalista, del imperialismo, ha acentuado los rasgos antidemocráticos de las instituciones internacionales: ha potenciado el uso de la fuerza contraviniendo el derecho internacional, el retraso en los cumplimientos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el aumento sustancial del gasto destinado a armamento y a la I+D en programas militares, y la guerra como herramienta para garantizar que los países dependientes cuenten con los canales de suministro de recursos energéticos.

La Carta Fundacional de las Naciones Unidas y, especialmente, la Carta Internacional de los Derechos Humanos son burlados sistemáticamente al no contar con un “gobierno democrático del mundo”, con unas Naciones Unidas rediseñadas, reformadas, que sean la auténtica expresión democrática del mundo del siglo XXI.

En esta fase bárbara y criminal del capitalismo, no sólo se ataca el bienestar de las personas en los países enriquecidos, haciéndonos retroceder 40 o 50 años en derechos sociales, sino que también se multiplican las desigualdades respecto a los países empobrecidos, abandonando a millones de personas a su suerte, condenándolas al hambre, a la muerte por falta de medicación y a la pobreza extrema.

La concentración de la riqueza en muy pocas manos, (la acumulación del capital impulsada por las políticas neoliberales del Consenso de Washington y la Troika), no sólo es depredadora de las conquistas sociales alcanzadas en el siglo XX, sino que también destruye la biodiversidad y la paz.

Córdoba se caracterizó y fue conocida internacionalmente como «ciudad de la solidaridad». Una ciudad que, desde siempre, trató de luchar contra las injusticias que el sistema capitalista y el orden internacional favorecen. Córdoba ha sido origen de importantes ONGD andaluzas, de organizaciones de comercio justo, de cooperación universitaria, etc,… poniendo de manifiesto, así, una sensibilidad y un compromiso en torno a una idea: otro mundo es posible.

Desde el Ayuntamiento de Córdoba no sólo se acompañó, sino que, desde el compromiso político, se impulso esa idea. Así el Ayuntamiento de Córdoba fue pionero en destinar el 0,7% de todo su presupuesto consolidado a programas de cooperación y solidaridad, el primero en tener una concejalía propia de cooperación, y el primero en ser declarado Ciudad por el Comercio Justo. Todo esto, con Izquierda Unida en el gobierno municipal.

Todo esto hizo que nuestra ciudad fuera anfitriona durante muchos años, de foros nacionales e internacionales con la visita de decenas de miles de personas de ONGD, municipios, universidades, y organizaciones de Naciones Unidas, que hoy se preguntan qué ha pasado con la bella ciudad de Córdoba.

La respuesta es sencilla. Ahora la gestión del PP al frente del Ayuntamiento de Córdoba ha destruido lo logrado, la mayoría de logros acumulados se han perdido. Córdoba ya no es reconocida como “ciudad de la solidaridad”.

El PP ha enfrentado a pobres con pobres, ha fomentado el “discurso del Odio”. El PP ha reducido la financiación de políticas de cooperación internacional con el único objetivo de ocultar el verdadero origen de las desigualdades y de la pobreza: el capitalismo.

En el contexto de los últimos cuatro años no podemos dejar de destacar y poner en valor el importante trabajo que, día a día, han realizan todos los colectivos sociales para continuar su labor y alcanzar la misión de construir otro mundo posible.

Izquierda Unida ante esta coyuntura agresiva para el conjunto de la Humanidad defiende la necesidad de acordar agendas comunes de actuación alternativa con las organizaciones políticas y sociales anticapitalistas, no sólo en el ámbito local, sino también en el Estatal y de todos los continentes.

Somos conscientes de que hoy, mas que nunca, resulta imprescindible fomentar la paz y la solidaridad, especialmente la Educación al Desarrollo con la que sensibilizar a toda la ciudadanía sobre la realidad Norte-Sur.

La cooperación, la paz y la solidaridad son señas de identidad de Izquierda Unida, por tanto, desde la nueva corporación municipal se llevarán a cabo las siguientes medidas.

Propuestas:

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• Recuperar la Concejalía de Paz y Solidaridad.
• Recuperar el diálogo y el consenso en el seno del Consejo Municipal de Cooperación y Solidaridad Internacional. Este órgano de participación debe volver a ser un espacio de construcción colectiva, donde se planifique y evalúe la política de cooperación internacional realizada desde el Ayuntamiento.
• Recuperar el compromiso municipal de destinar el 0,7% del presupuesto consolidado del Ayuntamiento de Córdoba y sus empresas municipales para programas y proyecto de cooperación internacional.
• Se impulsará, en el marco del Consejo Municipal de Cooperación y Solidaridad Internacional, la elaboración de un nuevo Plan Municipal de Paz y Solidaridad que haga de la paz y la solidaridad un eje transversal en todo el Ayuntamiento y en toda la ciudad. Este nuevo Plan debe asumir que el fomento de la paz y la solidaridad debe ser una responsabilidad pública. Desde esta responsabilidad, la educación para la paz y el desarrollo como eje estratégico del mismo, debe aportar a las políticas públicas de paz y solidaridad el fomento, entre otros, de: un pensamiento crítico y abierto entre las personas; el respeto por los Derechos Humanos y la justicia social; la investigación y la formación en ámbitos vinculados a la construcción de un nuevo marco internacional respetuoso con los derechos sociales, políticos y económicos de los pueblos; fomentar el feminismo como política de transformación social; la investigación sobre nuevas metodologías de trabajo para alcanzar los objetivos definidos para el Plan Municipal de Paz y Solidaridad.
• Revisar, en el marco del Consejo Municipal de Cooperación y Solidaridad Internacional, la normativa municipal para la concesión de ayudas y subvenciones para proyectos de paz y solidaridad.
• Fortalecer e impulsar el programa municipal La Solidaridad Tarea de Todas y Todos. Su ejecución se hará de manera coordinada con los colectivos que forman parte de él, participando de sus reuniones y su evaluación y manteniendo el diálogo constante con todos los agentes implicados en su desarrollo.
• Apoyo a los procesos de paz en Palestina, Colombia y el Sáhara Occidental, apoyando proyectos encaminados a tal fin y poniendo a disposición de los colectivos el uso de las Mociones Municipales para que se denuncien las injusticia en estos países y del resto del mundo.
• Puesta en marcha del Observatorio 0,7%, como garante de no duplicidad y de coherencia de los proyectos de los distintos departamentos del Ayuntamiento. Será el órgano responsable de evaluar los fondos destinados a los proyectos y de rendir cuentas. La ciudadanía cordobesa estará informada de los trabajos y experiencias de los colectivos de solidaridad y cooperación, siendo extremadamente transparentes en cómo, donde, porqué y para qué, van a parar los fondos.
• Puesta en marcha de Campañas de Sensibilización, definidas a partir de la experiencia del Ayuntamiento y contando con el trabajo en red de las distintas organizaciones sociales.
• Impulsar la Casa de la Solidaridad como espacio que, además de posibilitar el trabajo en red, sea referencia para el intercambio y la participación, activa y permanente, de la ciudadanía en torno a las políticas y acciones de paz y solidaridad.

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