Salud y medio ambiente

La mejora de la salud, desde una óptica centrada en la mejora de la calidad de vida, en la inserción de hábitos saludables y sobre todo, en la mejora de los indicadores de salud comunitarios, debe ser uno de nuestros objetivos primordiales porque son los espacios en los que las administraciones locales pueden aportar parte de sus recursos y de sus bagajes.

Los municipios, como lugares de convivencia y de desarrollo de las actividades que condicionan nuestra vida y nuestro estado de salud, son los lugares idóneos para actuar en las políticas publicas y para mejorar el nivel de salud y de vida de nuestras ciudadanas y ciudadanos.

Habrá que actuar de forma integral con políticas transversales, coordinándose con las administraciones que ostentan las competencias legales y ejecutivas de estas áreas, y desde la participación con la ciudadanía, entidades, organismos públicos y privados que persiguen estos mismos objetivos.

Del mismo modo, habrá que actuar sobre los factores determinantes de la salud de la población como elementos imprescindibles para identificar los problemas y abordarlos con garantías de éxito. Igualmente, habrá que diseñar políticas de consumo responsables.

Con la Carta de Ottawa de la Organización Mundial de la Salud, se puso en escena una nueva concepción de la salud pública. Se resaltaba la importancia de intervenir sobre los determinantes sociales de la salud, primando el trabajo multisectorial con una perspectiva comunitaria, implicando a la ciudadanía.

La protección del medio natural se constituye en factor de primer orden y nuestros modos de vida han de considerarse desde un prisma ecológico y sostenible. A su vez, el género es uno de los determinantes del estado de salud equitativo entre hombres y mujeres. Las diferencias trascienden las causas biológicas y son debidas a factores construidos socialmente. Trabajar desde la perspectiva de género es buscar la igualdad entre hombres y mujeres para lograr las mismas oportunidades de lograr el pleno desarrollo de su salud.

Desde la nueva corporación municipal se debe, por tanto:

• Desarrollar las competencias municipales en materia de sanidad, consumo y salud medioambiental y demás cometidos que establece la ley general de sanidad para los municipios.
• Reivindicar el papel de los ayuntamientos en materia de control de salud elemental, consumo y demás cometidos que establece la ley General de sanidad.
• Crear estructuras municipales integradas en la red sanitaria pública única para desarrollar labores de inspección y control en las competencias municipales.
• Mejorar y modernizar los procesos de gestión de residuos sólidos urbanos, haciéndolos más sostenibles de acuerdo a la normativa comunitaria.

Propuestas:

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• Mejorar la vigilancia y el control de la calidad del agua en todo su ciclo.
• Control de la contaminación atmosférica. En este sentido se elaborará una ordenanza que regule las actividades del sector de la construcción para reducir los niveles de emisión de partículas contaminantes. Se recuperará el programa que durante unos años desarrolló el Ayuntamiento de Córdoba, gobernado por Izquierda Unida, para detectar contaminantes a través de las abejas.
• Vigilancia de nivel de ruidos y vibraciones. Se actualizará la ordenanza de ruidos de Córdoba, conforme a la normativa autonómica vigente, velando por su estricto cumplimiento.
• Mejorar el control de la higiene en lugares públicos de restauración, comercio minorista, mercados, hoteles, escuelas, zonas de ocio y recreo etcétera.
• Control higiénico de la distribución y suministro de alimentos bebidas y otros artículos de consumo humano.
• Mejorar y modernizar el proceso de gestión de los residuos sólidos urbanos. Se definirán estrategias que mejoren la separación domiciliaria y que permitan el tratamiento de los residuos de manera adecuada según el caso. Se realizarán campañas de educación ambiental que pongan en valor la gestión sostenible de los residuos. Se promoverán iniciativas como el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) que permita incrementar el índice de recogida y reciclaje de envases.
• Equipamiento de los Ecoparques con depósitos específicos para cada tipo de residuo. Especialmente los destinados a pinturas, productos químicos y bombillas de bajo consumo. Se ampliará la instalación de cubas verdes para residuos vegetales en barrios con un gran número de zonas ajardinadas como el Brillante, Trassierra y urbanizaciones legales como Las Jaras.
• Creación de un polígono verde, ejecutado y gestionado por SADECO. Este polígono verde permitirá avanzar en la línea de la reducción, la reutilización y el reciclaje, en este orden de prioridad y desde el origen de los residuos (hogares y empresas). En este sentido el aprovechamiento material de los flujos de residuos, orgánicos e inorgánicos, contribuye a racionalizar y reducir el uso de los recursos existentes, disminuyendo la extracción de nuevos y evitando sus impactos sobre el medio ambiente. Pero además, todo esto, favorece el desarrollo de un nuevo tejido empresarial y, por tanto, generador de empleo mediante la gestión de residuos urbanos de todo tipo en el marco de la generalización de la recogida selectiva.
• Desarrollo de actividades y programas de promoción de la salud: hábitos saludables en materia de alimentación, educación sexual, actividad física beneficiosa para la salud, prevención de infecciones permiso sexual.

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